Proposiciones
De la misma forma que la frase, la proposición contiene un sujeto y un verbo, pero forma parte de una oración más grande.
Cada frase contiene una proposición principal. Esta se puede modificar de varias formas por una o más proposiciones subordinadas. Si una proposición subordinada modifica una frase nominal se le denomina proposición relativa. Si modifica un verbo o la preposición principal entera, se llama una proposición adverbial. Y si hace la función de un sustantivo, proposición nominal.
Además, una oración puede contener más de una proposición principal.
Proposiciones relativas
Una proposición relativa es una proposición que modifica un sustantivo. Las proposiciones relativas siguen a los sustantivos que modifican y usualmente comienzan por uno de los pronombres relativos ci o cual:
- La om ci ia abita asi ia vade a New York. – El hombre que vivió aquí se fue a Nueva York.
- La poma cual ia cade de mea saco es aora noncomable. – La manzana que cayó de mi bolsa es ahora incomestible.
Para mayor claridad, una proposición relativa puede estar separada del resto de la oración por comas, especialmente si es larga o complicada:
- La poma, cual ia cade de mea saco en la fango a matina ier, es aora noncomable. – La manzana, que cayó de mi bolsa en el barro ayer por la mañana, ahora es incomestible.
Algunas proposiciones relativas no son esenciales para el significado de la oración, sino simplemente añaden un comentario suplementario. Estas proposiciones siempre se separan por comas:
- La can, ci ave manxas negra, ia morde la polisior. – El perro, que tiene manchas negras, mordió al policía.
- Mea padre, ci ia jubila, abita en Mexico. – Mi padre, que se jubiló, vive en México.
- Esta jus, cual Ana ia fa, ave un bon sabor. – Este zumo, que hizo Ana, sabe bien.
Ci y cual pueden comportarse como sujeto o como objeto de una proposición relativa. Generalmente, el objeto sigue al verbo, pero cuando uno de ellos es el objeto, precede tanto al sujeto como al verbo:
- La fem ci me ama veni de Frans. – La mujer que amo viene de Francia.
- La robot cual me ia construi no opera. – El robot que construí no funciona.
- Ta ce nos vade a mea casa, cual es prosima. – Vamos a mi casa, que está cerca.
Cuando el pronombre relativo es el objeto de una preposición, la preposición va delante:
- La fem de ci nos parla labora a mea ofisia. – La mujer de que hablamos trabaja en mi oficina.
- Tua libro, en cual me ia scrive sua nom, es sur la table. – Tu libro, en el que escribí su nombre, está sobre la mesa.
Cuando de ci o de cual introduce un sustantivo poseído dentro de la proposición relativa, ese sustantivo suele estar introducido por sua para mayor claridad:
- Esta fem, de ci sua sposo labora en la banco, es un cocor eselente. – Esta mujer, cuyo marido trabaja en el banco, es una excelente cocinera.
- La fem, de ci tu conose sua sposo, labora a mea ofisia. – La mujer, cuyo marido conoces, trabaja en mi oficina.
- La fem, de ci tu ia dona la letera a sua sposo, es encantante. – La mujer, a cuyo esposo diste la carta, es encantadora.
- Mea auto, de cual sua motor es rompeda, es aora dejetada. – Mi coche, cuyo motor está roto, ahora es basura.
En algunos idiomas, una proposición relativa puede modificar la proposición precedente. En elefen, en caso de ambigüedad se puede reemplazar la proposición subordinada por una coordinada y decir lo cual, e lo, e esta, e acel o una expresión similar:
- El pote salta a un metre alta, e esta ia surprende me. – Puede saltar un metro de altura, lo que me sorprende.
- Me ia eleje aprende elefen, lo cual ia es un deside multe bon. – Elegí aprender elefen, que fue una muy buena decisión.
Se puede comenzar una proposición relativa con un adverbio relativo:
- Me labora en Paris, do me abita. – Trabajo en Paris, donde vivo.
- El va visita en julio, cuando la clima es bon. – Vendrá en julio, cuando el tiempo es bueno.
- Acel es la razona per ce Juan ia parti. – Esa es la razón por la que Juan se fue.
Esas proposiciones relativas son similares a las proposiciones adverbiales:
- Me labora do me abita. – Trabajo donde vivo.
- El va visita cuando la clima es bon. – Vendrá cuando haga buen tiempo.
Proposiciones adverbiales
Una proposición adverbial (o subordinada circunstancial) modifica el verbo de la proposición principal, o la proposición completa. Introducimos una proposición adverbial con una conjunción relativa (como, cuando, cuanto, do) o una de las conjunciones especiales si, car, afin, y ca:
- Me no teme la can, car el es multe peti. – No tengo miedo al perro, porque es muy pequeño.
- Si los redui tro rapida sua pesa, los va regania lo. – Si pierden peso muy rápido, lo recuperarán.
- Me core afin la rinosero no catura me. – Corro para que el rinoceronte no me atrape.
- Esta es plu labora ca me ia previde. – Esto es más trabajo de lo que esperaba.
- El ia scrive cuando sua madre ia demanda. – Escribió cuando su madre se lo pidió.
- El dise ce el es felis do el abita. – Dice que es feliz donde vive.
- On no ia permete ce me fa la cosas como me ia desira. – No se me permitía hacer las cosas como quería.
Una proposición adverbial introducida por una conjunción relativa (como, cuando, cuanto, do) puede ser considerada como proposición adjetival abreviada. Por ejemplo, los tres últimos ejemplos anteriores pueden también expresarse de la siguiente forma:
- El ia scrive a la ora cuando sua madre ia demanda. – Escribió en el momento en que su madre le pidió.
- El dise ce el es felis a la loca do el abita. – Dice que es feliz en el lugar donde vive.
- On no ia permete ce me fa la cosas en la modo como me desira. – No se me permitía hacer las cosas como yo quería.
Proposiciones nominales
Una proposición nominal (o subordinada completiva) funciona como un sustantivo: puede ser el sujeto o el objeto de un verbo o preposición. Las proposiciones nominales se introducen con las conjunciones especiales ce o esce, con uno de los pronombres relativos cua, cual y ci, o por una de las conjunciones relativas.
Para ver si una proposición es realmente una proposición nominal, sustituya «él», «ella», «ellos» o «ellas» por la proposición. Si se produce una oración correcta es que la proposición es nominal. Las proposiciones nominales suelen ser objetos de los verbos de pensamiento, une sensación o emoción:
- Me vide do tu es. – Veo dónde estás.
- Cuando me va parti, me no sabe. – Cuándo me iré, no lo sé.
- Me sabe de do tu veni. – Sé de dónde vienes.
- Me sabe ci ia dise acel. – Sé quién dijo eso.
- Me vole demanda cua tu ia dise. – Quiero preguntar qué dijiste.
- Me pote divina cual libro el leje. – Puedo adivinar qué libro está leyendo ella.
Muchas proposiciones nominales son introducidas por las conjunciones especiales ce (“que”) o esce (“si”):
- Me pensa ce el es bela. – Creo que es hermosa.
- Me pensa ce el pote salta a un metre alta. – Creo que puede saltar un metro de altura.
- Me pensa ce si. – Creo que sí.
- Me duta esce el pote salta a un metre alta. – Dudo que pueda saltar un metro de altura.
Las proposiciones nominales a menudo informan de lo que alguien ha dicho, pensado o preguntado. En todos los casos, el tiempo del verbo en la proposición nominal sigue siendo el mismo que en el discurso, pensamiento o pregunta original:
- Me ia dise: «Me veni de London.» → Me ia dise ce me veni de London.
- He dicho: «Vengo de Londres.» → He dicho que venía de Londres.
- El pensa: «La tren ia es tarda.» → El pensa ce la tren ia es tarda.
- Ella piensa: «El tren llega tarde.» → Ella piensa que el tren llegó tarde.
- El ia demanda: «Cuando nos va parti?» → El ia demanda cuando nos va parti.
- Él preguntó: «¿Cuándo nos vamos a ir?» → Él nos preguntó cuándo nos íbamos.
- Me va vole sabe: «Do la selebra es?» → Me va vole sabe do la selebra es.
- Quiero saber: «¿Dónde está la fiesta?» → Quiero saber dónde está la fiesta.
Algunas subordinadas adjetivales o adverbiales a veces pueden confundirse con subordinadas nominales. Para aclarar que se trata de una subordinada adjetival o adverbial, se añade un nombre o un pronombre delante de cual o ci:
- Me no comprende la ata cual tu intende. – No entiendo la acción que piensas hacer.
- Me ia oia lo cual tu ia dise. – Escuché lo que dijiste.
- Me no conose el ci tu ia indica. – No conozco a la persona que usted indicó.
- Me vide la loca do tu es. – Veo el lugar donde estás.
- Me no sabe la ora cuando me va parti. – No sé la hora a la que me iré.
También se puede considerar que un verbo infinitivo introduce un tipo de proposición nominal.
Proposiciones coordinadas
Se pueden unir dos proposiciones principales en una sola oración mediante conjunciones coordinantes. A menudo se incluye una coma delante de la conjunción:
- Me ia desira la auto, ma me no ia ave la mone. – Quería el coche, pero no tenía el dinero.
- Me desira un bon carera e me vole ance trova un sposa bela. – Quiero una buena profesión y también quiero encontrar una esposa bella.
Estas preposiciones pueden formar frases independientes, con o sin conjunciones:
- El ia vole canta e el ia vole dansa, ma el ia teme. – Quería cantar y quería bailar, pero tenía miedo.
- El ia vole canta. E el ia vole dansa. Ma el ia teme. – Quería cantar. Y quería bailar. Pero tenía miedo.
- El ia vole canta. El ia vole dansa. El ia teme. – Quería cantar. Quería bailar. Tenía miedo.